martes, 14 de julio de 2015

El Perverso Erotismo de Gustav Klimt



Gustav Klimt: Mujer con abanico, 1918

" El que quiera saber algo sobre mí.. ( como artista)...deberá observar detenidamente mis cuadros e intentar reconocer en ellos qué soy y qué quiero" (1).

Cuando el "perfect gentlemen" (2) Josef Hoffmann ( 1870-1956), vienés, estrella de la arquitectura del momento,  tímido y reservado, crea el Palacio Stoclet, encargado por el industrial de igual nombre en  Bruselas, y Klimt realiza para el mismo edificio el llamado Friso Stoclet, ambos hacen posible la eclosión, pero sobre todo la afirmación de que crear una, la, obra total que quería llevar a cabo el  Modernismo, era posible. 


Josef Hoffmann: Palacio Stoclet, 1905-11, Bruselas
Desde 2009 es considerado por la Unesco
Patrimonio de la Humanidad


Gustav Klimt: Árbol de la Vida, Palacio Stoclet, 1905-1909

Este arte se denominó de distintas maneras según en el país en el que se desarrolló. En Austria fue el estilo Secessión y ahí nació el pintor Gustav Klimt ( 1862- 1918 ). Se ha comentado en otros lugares del blog cómo la Viena de fin del siglo XIX es un hervidero de artistas e intelectuales que dotaron a la ciudad de un ambiente espléndido para crear. Podríamos citar a músicos como Richard Wagner, Schöberg o Mahler; grandes arquitectos, cuyas ideas serían trascendentales para el discurrir de la disciplina como el propio Hoffmann, Otto Wagner o Adolf Loos y, por supuesto, Freud cuyas teorías sentarán las bases de la representación de las mujeres por los estetas de fin de siglo. 


 Gustav Klimt: Judit I, 1901
 Sus cuadros enmarcados por su hermano orfebre
van más allá del bastidor


Gustav Klimt: Palas Atenea, 1898

 Para éstos, la mujer es un ser que arrastra al hombre al mal, es la femme fatal, y Klimt llevado por estas ideas freudianas plasmará, como decimos, a esta Lilith tan querida por los Simbolistas y así pinta a aquella que pintó Aubrey Beardsley, von Stuck o Gustave Moreau  , rememorando las obras de Fernand Khnopff  y llenando sus telas de símbolos femeninos tomados de imágenes oníricas freudianas (3). El hombre apenas tendrá lugar en su obra. 



Gustav Klimt: Shubert al piano, 1899




Gustav Klimt: tres ejemplos de paisajes con distintas cronologías

Pero si  lo anteriormente dicho es cierto, Klimt, hombre tímido, callado y humilde, mostró en su obra  dos momentos distintos de creación, ya que antes de llegar a pintar así a la mujer, en su comienzos y en los retratos y figuras femeninas de encargo, insufló a las féminas, un erotismo refinado y elegante, teniendo como referencia a Ingres o a Matisse. En esta primera etapa sus mujeres son inofensivas, bellas, tranquilas, pintadas con una cierta factura impresionista.



Gustav Klimt: Retrato de Sonja Knips, 1898

 Posteriormente, como decimos y sacudiéndose estas premisas, aparece el otro Klimt, un Klimt capaz de crear mujeres fuertes que se enfrentan al hombre, que son libres y que le granjearán el odio y provocarán el escándalo de una alta burguesía de doble moral que puede soportar ver a una mujer idealizada a la manera clásica y desnuda, pero no a una normal y corriente, sin ropa. Lo criticarán sin compasión. Alguien gritó "horribles", "pornográficas" (4) al ver las figuras de la obra encargada por la Universidad vienesa en la que Klimt debía pintar tres paneles para tres facultades diferentes: la Filosofía, la Jurisprudencia y la Medicina.


 Gustav Klimt: Hygieia ( detalle de Medicina) , 1900-07


Gustav Klimt Filosofía, 1899-1907 ( fotografía)


Gustav Klimt: Jurisprudencia, 1903-1907 ( fotografía)

Pero iconográficamente , en la primera y la segunda, Klimt muestra el desconcierto del hombre moderno frente a un mundo que no comprende, y en la Medicina pinta la enfermedad y la fealdad, lo que produjo un ataque social brutal. No pintó la opinión científica dominante y por ello, estas pinturas, fueron entendidas como una afrenta. (5) Desgraciadamente, nada queda de ellas actualmente, más que dos fotografías en blanco y negro y el esbozo de Hygieia que mostramos aquí, ya que esta obras no sobrevivieron a la II Guerra Mundial, porque puestas a salvo en el palacio Immendorf , fueron quemadas por tropas de las SS en retirada.


Cartel realizado por Gustav Klimt para la primera exposición
de la Secesión Vienesa: Teseo y el Minotauro. 1898.  Su concepto era modernísimo pues
contraponía imagen y texto arriba y abajo
mientras que el centro quedaba en blanco. 
(Antes de la censura)

Klimt, además, será el presidente de la Secesión vienesa creada en 1897, y que junto a cincuenta fundadores se constituyeron en un movimiento opuesto a todo academicismo. Era la Asociación de Artistas Plásticos de Austria. Junto a él estarán los ya citados Hoffmann, Olbrich, Otto Wagner así como Koloman Moser y el checo Mucha. Crearon además una revista mensual de arte denominada "Ver Sacrum" (Primavera Sagrada). El cartel de la  primera exposición lo hizo Klimt y, de nuevo, estalla el escándalo pues "Teseo lleva el traje de los héroes, es decir, ninguno (...)" (6) y finalmente a éste le fueron, sobreimpuestos unos árboles.


Joseph Maria Olbrich: edificio de la Secesión en Viena, 1897-1898

Al mismo tiempo, Joseph Maria Olbrich creó un maravilloso edificio de exposiciones para la tendencia,  que coronó con una especie de cúpula suspendida, realizada con miles de hojas de laurel, que se sostenía sobre  cuatro pilares. El edificio era todo simetría. En la primera exposición, convivieron obras de Puvis de Chavannes, de Arnold Böcklin, de Rodin, de Jan Toorop y Fernand Khnopff.


Max Klinger Beethoven, 1902

Pero en la XIV exposición, creada únicamente para mostrar la escultura de Beethoven realizada por Max Klinger, Klimt crea el friso Beethoven que supondrá un viraje y una nueva concepción en su obra. De nuevo, las críticas no se hicieron esperar. Compuesto por tres partes utilizó pintura a la caseína ( se utiliza como aglutinante una proteína de la leche) sobre fondo de escayola, pan de oro, láminas de nácar, y piedras ornamentales coloreadas. (7)



Gustav Klimt: Detalles del friso Beethoven

De nuevo, con la II Guerra Mundial, el edificio será medio derruído hasta que se restaure y la obra permanecerá cerrada al público hasta 1986. De cualquier manera, las críticas que Klimt y los demás autores de la Secession soportaron supuso dos cosas: la primera, que Klimt cae en desgracia y el gobierno no le volverá a hacer ningún encargo más; y segundo, la Secession se deshace: los pesos pesados del movimiento se retiran ( Koloman Moser, Otto Wagner, Hoffmann y el propio Klimt) lo que supone, de hecho, que el movimiento no vuelva a ser lo que era.


El pabellón de la Secession tras los bombardeos

Y terminamos, casi como empezamos, con la obra de arte total que Hoffmann y Klimt crearon para los Stoclet. En el palacio, Klimt mezcla en su friso abstracción y figuración. Utiliza más que nunca la ornamentación, lo dorado, lo incurvado, la repetición. Repetición, por ejemplo, del exotismo que supone utilizar el ojo egipcio, mientras presenta a las mujeres hieráticas y distantes.


Gustav Klimt: La Expectación, para el friso Stoclet, 1905-06


Gustav Klimt: El Árbol de la Vida, para el friso Stoclet, 1905-09

Finalmente, comentaremos que Emilie Flöge dieñadora de modas para las burguesas vienesas y compañera de Klimt, disfrutó de la creación por parte de éste de diseños de telas para crear vestidos y otro tipo de creaciones.


Gustav Klimt: retrato de Emilie Flöge, 1902


Gustav Klimt: Adele Bloch-Bauer I, 1907


Gustav Klimt: Adele Bloch-Bauer II, 1912

En los últimos años de su vida, cada vez más el pintor, piensa en la vejez y en la muerte. Va a París y entra en contacto con los Fauvistas y de nuevo, vuelve a pintar mujeres inofensivas, bellas, en estructuras piramidales y grandes influencias del grabado japonés. La guerra terminará, desgraciadamente, con el florecimiento cultural de la Viena fin de siglo que tan excepcional fue para el desarrollo posterior de la vanguardia. 


Gustav Klimt: Dama con Sombrero y Boa, 1909


Gustav Klimt: Retrato de Friederike Maria Beer, 1916


Gustav Klimt: La Vírgen, 1913

Todas las imágenes han sido extraídas de Wikimedia Commons y si no ha sido así, tenéis debajo de donde proceden. 

En cuanto a lass obras de referencia y citas provienen de las siguientes obras: 

- Néret, Gilles: "Klimt", edit. Taschen, 2005
- 1. Idem, pag. 79
- 2. Sarnitz, August: " Hoffmann", Edit, Taschen, pág. 7
- 3 Néret: pág. 21
- 4. Fahr- Bechker, Gabriele: " El Modernismo" h.f. Ullmann, 2008. Pág. 341
-5. Néret: Pág. 22-23
-6. Fahr- Bechker pág. 339
-7. Idem, 342

Interesante la lectura de: 
Mi Moleskine Arquitectónico con un texto sobre Olbrich y el Pabellón de la Secesión


2 comentarios:

  1. Muy muy buena entrada. Me encanta Klimt, y he tenido la suerte de ver algunas de sus obras en los museos de Europa.
    Hay varias de las que has seleccionado que no conocía o no les había prestado la atención suficiente, y desde luego merecen la pena, sobre todo esas más alejadas de su estilo más conocido de la repetición abigarrada de motivos, y que se acercan a los impresionistas y post-impresionistas franceses.
    Y muy interesante el texto, sobre todo en lo que respecta a la Secesión vienesa (todavía le estoy debiendo mucho espacio en mi propio blog a toda esa gente, sobre todo a Kolo Moser)
    Así me gusta... volviendo sobre los clásicos, que siempre están ahí esperando ser revisados y redescubiertos.
    Besos matinales, esperando (sin mucha fe) que el fresquito aguante...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Javi! Tenía, sí, ganas de volver sobre los clásicos para hacer entradas con obras que no solemos conocer.

      "El beso", si te fijas, ni lo cito ni lo muestro. Todos lo conocemos, pero...Y lo demás??? Hay obras que nunca dirías que son de Klimt, pero lo son y son muy interesantes y muestran una evolución, casi lógica, en la obra del artista. Creo que voy a seguir por estos derroteros.

      Gracias de nuevo Javi y recibe un bico derretido :)

      Eliminar