sábado, 10 de mayo de 2014

La Seducción en la Mirada, Ojo de Amante



Entre el siglo XVIII y XIX, autores ingleses como Thomas Gainsborough, Joshua Reynolds o Richard Cosway realizaron obras para ser vistas en la intimidad de una alcoba, para recordar a un familiar muerto, al que estaba lejos o, más felizmente, al ser amado. Era el período de la Regencia Británica y se continuó  también posteriormente durante la época Victoriana, rica en miniaturas de este tenor.


Colección Martínez Lanzas de las Heras


Si el conocimiento por parte del gran público de las pequeñas miniaturas es una cuestión minoritaria, más lo son los llamados " ojos de amante", "retratos de un ojo solo" , también conocidos como "lover's eye".


En esa misma época y ya no sólo en Inglaterra o Francia, sino en Rusia y Estados Unidos pintores de retratos se especializaron en realizar estos pequeños dijes o camafeos que con todo lujo de detalles mostraban un único ojo del ser amado. De esa manera, el objeto de deseo estaría con uno siempre, mientras que para los demás quedaría oculto. Cejas y pestañas exquisitamente dibujadas, el nacimiento del pelo, quizás el puente de la nariz débilmente insinuado, lágrimas asomando acuosas y mostrando la tristeza por la separación física....Misterios profundos que no revelarían nunca la identidad del amado.


Estas pequeñas joyas fueron pintadas en acuarela sobre marfil en muchos casos. En otros y en función del precio a pagar, se pintaron sobre cartón, siendo luego engastadas en oro o plata, acompañadas de todo tipo de piedras preciosas: granates, perlas, turquesas, corales o amatistas. Las formas fueron múltiples: ya no camafeos, también anillos o cajitas.



Se cuenta que este tipo de imágenes se puso de moda cuando el futuro rey Jorge IV de Inglaterra se enamoró de una mujer casada y católica, lo cual no ponía la cosa fácil, ya que además de necesitar el consentimiento del rey para casarse que, obviamente, no obtendría, perdería el derecho a la sucesión. Aún así se casaron y aunque la unión fue declarada nula, continuaron con su idilio. Es en ese contexto cuando, el entonces todavía príncipe, le envíó un retrato de su ojo pintado por el miniaturista Richard Cosway. Ella, por su parte, le encargó al mismo pintor otro lover's eye para él. 



Esta moda la siguió la aristocracia inglesa y lo que comenzó siendo un recuerdo dado entre amantes, se hizo extensivo al intercambio entre mujeres de la familia o entre amigas. Si el ojo se veía entre nubes entonces se trataba de una pieza de luto.



Actualmente hay muy pocas obras de este tipo y muchas no son auténticas pero son de una exquisited sublime y entroncaré esto que os muestro con otras entradas más contemporáneas que revisitan los ojos de amante. 


Toda la obra gráfica así como el texto para elaborar esta entrada ha sido extraído de estas páginas: Aquí , Aquí   y Aquí.

Más obras sobre Ojos de Amante podéis admirar Aquí y Aquí

Y si queréis saber más sobre miniaturas, no específicamente de esta temática,  recalad en este blog que me ha resultado muy interesante: Aquí .     En ella encontraréis la colección del Sr. Martínez Lanzas de la que he tomado una de las fotos de esta entrada.

2 comentarios:

  1. ¡Genial! Ni idea de la existencia de estas miniaturas.
    Desde luego los ojos siempre han sido motivo de especial atención en el arte, por aquello del "espejo del alma" y cuestiones por el estilo, pero convertirlos en un símbolo tan íntimo y exclusivo es todo un detalle.
    Quedo a la espera de ese "entronque" hacia la contemporaneidad, a ver con qué nos sorprendes...
    Estupenda entrada, como siempre.
    Besos desde las islas, con el clima que más te guste... según donde te pille.

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    1. Si te digo la verdad los encontré de casualidad, yo tampoco los conocía, y como digo en la entrada me parecieron de lo mas exquisito.

      En la contemporaneidad también tienen su "aquel" que diríamos aquí , ya lo verás!

      Muchas gracias como siempre Javi y bicos ya no pasados por agua ;)

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